¿Nunca os ha pasado como a mí que pensáis en lo bonito que es el envase de uno de vuestros cosméticos y que qué pena no poderle quitar los letreros y usarlo para guardar vuestras cosas? ¿No? Pues es una buena idea. Hoy os cuento un método fácil, sencillo y rápido; vamos, una de esas manualidades para niños, adultos o casi cualquiera (vamos, de las que me gustan a mí), y a la vez nos permiten reciclar ( o más bien reutilizar) lo que de otra forma acabaría en la papelera… Os cuento 🙂
Si os interesa como a mí el medioambiente os habréis dado cuenta de que día a día se tira una cantidad tremenda de envases a la basura. Algunos pueden ser rellenados sin problemas; otros no hay quien los abra para que vuelvan a ser rellenados… Incluso los que pueden ser rellenados a menudo se descartan porque tienen letreros y dibujos desagradables que les dan pinta de viejo, aunque en realidad estén prácticamente nuevos… En gran proporción son materiales que podrían ser reutilizados, pero en muchos lugares no es así porque incluso aunque separes la basura no se los trata para poderlos aprovechar. Así que os propongo una alternativa a tirarlos sin más. Al menos si son bonitos… 😉
Los envases de los cosméticos están pensados para llamar nuestra atención, así que suelen ser agradables estéticamente hablando. Cartones con relieves e impresos en dibujos bonitos, botes de colores alegres, formas interesantes, envases airless o herméticos… No es de extrañar, por tanto, que sean los que más a menudo me dan ganas de darles una segunda vida para guardar otras cosas. La pena es que a menudo no podemos borrar los letreros o despegar limpiamente las etiquetas que las marcas ponen en ellos.
Por eso, se me ha ocurrido buscar formas de reciclar estos envases sin que tengamos que arrastrar su publicidad, o que tirar sus materiales.
Esta primera idea vino de un producto que ya os he presentado, la BBCream Orange de Skin79. Cuando vi que se podía quitar el depósito del interior del cartucho de plástico naranja se me ocurrió la idea de hoy…
Es más, en este envase, la tapa del contenedor es de rosca. Si limpiamos bien el contenido, incluso podríamos reutilizarlo como envase airless con dosificador para otros productos o incluso para cremas que hagamos nosotros mismos… Y como el envase es blanco, no tenemos el problema de quitarles el letrero…
En esta ocasión, sin embargo, me apetecía darle otro uso al bote, así que opté por usar sólo la cubierta exterior para poner unos cuantos lapiceros de colores. El color es alegre, y el tamaño me gusta porque no es el típico portalápices gigante en el que los lápices se pierden nada más afilarlos un par de veces. Así que empecé a pensar cómo quitarle ese letrero. Me molesta la publicidad innecesaria, la lista de ingredientes y certificaciones no pinta nada allí si ya no contiene el producto original dentro, y además para qué os voy a engañar… la pintura despintada no da buen aspecto ;).
La opción que se me ha ocurrido es usar la lija más fina de la ferretería. Este sistema es adecuado, al menos hasta donde yo lo he probado hasta ahora, para frascos de plástico duro con las letras pintadas. Como con acetona o alcohol no conseguía borrarlas, ésta es la opción que se me ocurrió; y como veis funciona… En este caso se trata de plástico brillante, por lo que este procedimiento la bruñe ligeramente, con lo que la opaca pero sin quitarle el color.
El truco está en tumbar el bote y frotarlo sobre la lija puesta plana en una superficie plana, e ir girando el envase, frotándolo contra la lija poco a poco haciendo circulitos. Así el bruñido se va haciendo despacito por líneas por todo el envase «a lo alto», podremos controlar que no queda ninguna parte sin bruñir y que el resultado final es regular. Es como dibujar con lápiz, para que el resultado sea regular hay que pasarlo por todas partes… También para que quede regular, es buena idea no bruñir sólo la parte con letras, sino también las partes lisas.
Aquí os he contado un sistema posible para eliminar esos letreros, pero me encantaría que me contaseis los que conocéis vosotros, y en qué casos funcionan. Tiene que haber buenos sistemas para quitar el pegamento que dejan atrás las etiquetas (aquí tenéis el mío) , o para retirar las letras de pintura del vidrio, por ejemplo, para aprovecharlos sin tener que arrastrar los letreros. Si compartís vuestras ideas de esta manera, podremos ir conociendo todos diversos sistemas útiles para reciclar esos bonitos envases y darles una segunda vida :).
Un abrazo a todos y por favor, no dejéis de comentar 🙂
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12 Comentarios
Lux Vex
2 diciembre, 2014 a las 1:16 pmUn truco que yo conozco desde hace tiempo es calentar las etiquetas con un secador de pelo. El pegamento se calienta también, y con paciencia y siguiendo con el proceso mientras se despega la etiqueta, se obtienen resultados bastante buenos. si quedan restos, el alcohol suele ser una buena solución. No sé si lo conocían, pero compartir no me cuesta nada ^^ disfruten del día 😉
María Monedero
2 diciembre, 2014 a las 1:36 pmPues… nunca lo he intentado con un secador 😉 ¡pero la próxima vez lo intentaré! Gracias por el truco, guapa 🙂
M Angeles Guerra
2 diciembre, 2014 a las 1:29 pmEs una buena idea.
Besitos
María Monedero
2 diciembre, 2014 a las 1:36 pmMe alegra mucho que te guste, M. Ángeles 🙂
Raquel
2 diciembre, 2014 a las 2:15 pmGracias por el truco! A mí me gusta mucho reciclar ^_^ Para eliminar los restos de adhesivo de las etiquetas va muy bien el aceite! Un besote
María Monedero
2 diciembre, 2014 a las 2:49 pm¿El aceite? Pues mira que he probado con alcohol y con acetona, pero algunos se resisten… la próxima lo intento con aceite. ¡Gracias por el truco, Raquel 🙂 !
Cris (cosméticos al desnudo)
8 diciembre, 2014 a las 1:32 pmMe encanta la idea!! Con la de residuos que generamos, está bien darle una segunda vida a los envases 🙂
Diana entrebrochasypaletas
9 diciembre, 2014 a las 12:34 pm¡Me encantó! yo reciclo muchas cajas para organizar las cajoneras de maquillaje, y los envases, pues confieso que muchos los tiro porque no me queda otro, aunque los más pequeños los guardo y a veces me sacan del paso.
¡Un besote!
María Monedero
9 diciembre, 2014 a las 12:52 pmMe alegro que te guste jejeje.
En realidad yo creo que tampoco se trata de guardarlo TODO, sería terrible (oye, al menos a mí no me sobra espacio en casa jejeje). Pero sí al menos los envases más bonitos, o aprovechables, ¿verdad?
Un besote, Diana 🙂 Muchas gracias por pasarte 🙂
inma
15 diciembre, 2014 a las 10:59 pmque original, no lo habia pensado.
Ester Mosquera
26 diciembre, 2014 a las 9:16 amMe encnata que hayas publicado esta entrada, reciclar es muy importante.
María Monedero
26 diciembre, 2014 a las 9:19 amEstoy de acuerdo 🙂 Sé que estamos acostumbrados a un ritmo intensivo de uso de recursos y, aunque opino que deberíamos cambiarlo, no es fácil. Sin embargo hay pequeños gestos que tienen un coste mínimo y que pueden mejorar la situación; con éstos no debería haber excusas…
Muchas gracias por pasarte por aquí y bienvenida, Ester ^^.