Que está claro que hay un montón de presión para que seamos jóvenes, altas, delgadas, guapas y más o menos perfectas. Pero no pienso que el camino sea hablar de lo fantásticas que son las gordibuenas, ni las modelos curvies. El problema claro está en someter lo que nos parece bello a cánones rígidos, ¡incluidos que las mujeres gordas sean bellas por tener más curvas (o más culo, o más tetas; al final me temo que es lo que demasiados quieren decir en realidad)!!
Así que la entrada de hoy va a ir precisamente de eso, de esos cánones y de cómo en la propia realidad se puede luchar (y se lucha) contra ellos.
Si quieres llegar más rápido a una parte de la entrada, aquí te dejo unos atajos ;) :
1. Sobre la belleza de la delgadez:
Hace semanas, la preciosa Inma Cuesta lo dejaba claro en su Instagram (arriba os he puesto la foto): ella misma no se reconocía en una sesión de fotos sometida al Photoshop y que iba a ser portada (no recuerdo si llegó a serlo) del suplemento dominical de El Mundo. Y no es por nada, pero… ¿realmente era necesario? ¡Esta chica es una preciosidad! Ya os conté aquí qué pienso sobre el Photoshop, e incluso defiendo su uso… pero no venderlo como realidad, desde luego.
En fin. La foto de Inma Cuesta tiene más de 80000 «me gustas», y me figuro que seguirá creciendo. La ola de solidaridad ha sido enorme: somos muchos los que pensamos que se está idealizando la forma equivocada de belleza.
Está claro es que uno de los ideales que nuestra sociedad acepta como bellos es la delgadez. Las revistas y los anuncios nos la muestran como un rasgo bello y deseable… pero no debería serlo en extremo.
Si aceptásemos la delgadez como única forma de belleza ni Beyoncé sería guapa. ¿Cómo va a serlo, con esos muslones tan anchos? Pues fácil, por cómo baila, porque derrocha confianza en el escenario, por cómo se mueve, porque ahí no hay ni una gota de grasa, y porque al que vea el show de la SuperBowl de este año y no la admire después no tiene sangre jajajaja (os dejo aquí el enlace por si queréis verlo, me pareció impresionante).
Creo que con esto ya he defendido debidamente que no se trata de ser delgada. Es más, no todas las mujeres pueden ser delgadas; eso está claro. Por razones de salud o de complexión, o lo que sea. Pero entonces entra en juego el otro extremo: el de las gordibuenas.
2. Sobre la belleza de las gordibuenas
Y es que otra de las reacciones que estoy viendo con frecuencia estos días es la de que frente a la belleza de las «flacas» hay que oponer la belleza de las gordibuenas.
Últimamente estamos viendo bellezas con más peso, como ésta: os presento a Tara Lynn, os invito a ver su Instagram para que veáis que no está siempre en bolas jejeje pero he elegido esta foto por una razón: ¿No os parece hermosa? Y no porque elija la ropa «adecuada». Porque lo es 🙂 Y da exactamente igual que pese 90 y largos. Que los pesa. Es una de esas modelos de tallas grandes que consideran que enseñar su cuerpo es luchar contra estos tópicos de los que estoy hablando. Y me parece genial, de verdad.
Pero me gusta un poco más la orientación de otra modelo generosa que hace lo mismo. Se llama Iskra Lawrence y la podéis encontrar en Instagram aquí. (Ésta sí que tiene muchas fotos en ropa interior en su Instagram así que aquí la he puesto haciendo todo lo contrario jejeje).
Y me gusta más porque, si bien también es grande, lo muestra y lo usa, y defiende las tallas grandes… A la vez se cuida, se esfuerza por tener unos abdominales firmes y por llevar una buena alimentación. De hecho ella no es ni de lejos tan grande como Tara Lynn, y no entra ni en modelo «curvie» ni en modelo delgada. Pero aún así, tiene su popularidad. Es decir, no entra en ninguno de los dos estándares, pero se cuida, disfruta de sí misma y es bella, además de por genética, porque se cuida para estarlo.
Y es que creo que es peligroso confundir tallas grandes con «puedo tener el peso que quiera y comer lo que me da la gana». Y no porque no puedas, claro que sí, todo el mundo puede elegir. Pero SANA estás mejor. CUIDÁNDOTE estás mejor. Cuidarse es necesario por salud, por amor propio, porque tienes que vivir contigo misma mucho tiempo, quizás no el suficiente, y debes hacerlo para vivir lo mejor posible todo ese tiempo. Y porque independientemente del físico que te toque, se trata de sacarle el mejor partido que puedas y aprender a disfrutarlo tanto como tu cabeza, lo que te gusta y lo que te rodea. Se trata de vivir mejor, y eso de por sí siempre te hará más bella seas como seas por fuera.
Y luego hay un segundo tema que no me gusta de las gordibuenas. Y aquí sí que es el mismo que cuando se habla de delgadas, de jóvenes, de altas, de rubias… NO ME GUSTAN LOS ESTEREOTIPOS. Estas chicas grandes tienen, con perdón, «culos y tetas grandes», pero por lo demás siguen otras proporciones típicas. ¿Es que no son bellas las mujeres de pechos pequeños? ¿O las que tienen más o menos hombros que caderas? ¿O las que no tienen ni pechos ni caderas? ¡Pero si hay mil cosas que pueden hacer bonitas a mujeres de cualquier físico! Y nuestras personalidades y formas de pensar, ¿es que no nos hacen bellas también? Porque al final lo más importante es nuestra autoestima, y no debería basarse sólo en nuestra belleza. Pero es que la mayoría somos bellas por nuestro cuerpo también aunque no siga las normas de belleza de las revistas. ¡Os lo puedo asegurar!
Creo que lo de «gordibuena» es en demasiados casos una forma de escudarse frente a una realidad, el sobrepeso, del que no deberíamos tener que levantar barreras. Porque si te toca ser gorda, pero lo sabes llevar, sinceramente me da igual y no lo veo para nada feo, al menos yo. Pero si usas lo de gordibuena como defensa… aunque el nombre tenga su sentido del humor, y te honre llevarlo con una sonrisa, no será sino una forma de ocultar que no te gustas.
En resumidas cuentas, mi temor es que a partir de ahora gusten las modelos delgadas y las curvies, pero nadie se acuerde de que hay mil medidas intermedias e igualmente bellas; mil físicos corporales, mil gustos posibles… y que una mujer, cuando se cuida e irradia confianza, es bella siempre.
3. Sobre la belleza de la juventud
Otro de esos tópicos que me jorob… me pesan en la espalda, que para ser bella haya que ser joven. No sé si pega con el tema de las gordibuenas, pero me parece importante mencionarlo.
Y para muestra, otro «fallo» sonado de estos días: otra mujer admirable, Susan Sarandon. Para mí bellísima desde que hizo de la tontita de «Rocky Horror Picture Show» hasta en los últimos premios del Sindicato de Autores. En los que, precisamente, enseñaba un escote espectacular, por el que le han puesto a caer de un burro. ¡Cómo se le ocurre llevar ese escote con 69 años!
A lo que yo me pregunto: ¿por qué no llevarlo si lo tiene? Es más. Es curioso, en Internet hay muchísimas fotos en las que enseña aún más escote y no le ha llovido el mismo aluvión de críticas por eso. Señores, seamos serios. Sé que parte de las críticas se fundan en que presentara un «memorial» con ese escote; no estoy de acuerdo por el contexto en que era, pero bueno, eso es defendible. Pero a los que la han criticado por llevar escote a su edad… ¿No les parece que es atractiva? ¿Es que las mujeres mayores tienen que taparse porque automáticamente ya no se consideran bellas?
Pues yo les digo, ¡no!. Hay mujeres bellísimas con una gran edad. Si tienen un escote bonito, ¿por qué no resaltarlo? No se trata de que se vayan enseñando escotes envejecidos; no porque esté mal, simplemente porque si lo hacen se ponen trampas a sí mismas por ponerse lo que no les favorece. Pero dejadlas vivir, dejadlas lucir lo que tienen. No las convenzáis de que son feas simplemente por haber vivido más…
Por supuesto, al igual que ha habido críticas han habido apoyos, y me encanta la respuesta de Susan a las críticas…
Ah, y por cierto, al que crea que la belleza es joven, por favor que mire fotos por Google de Carmen dell’Orefice o de Daphne Selphe, con 80 y pico. De la segunda soy fan, creo que el botox o la cirugía no podrían sino estropearla.
Y para acabar…
Yo misma soy algo caderona, tengo el pecho algo pequeño, y no entro ni en el estándar de las flacas ni de las tallas grandes. Jamás conseguiré tener 90 de cadera, porque los huesos que hay debajo lo hacen imposible 😉 , y deja ver si alguna vez me quedo embarazada, porque si no no creo que mis pechos suban de 85. Me cuido, como lo mejor que sé y me gusta hacer ejercicio. Lo más probable es que no tenga nada que hacer como modelo, y como actriz tampoco; al menos a juzgar por mi apariencia y los tópicos que a estas dos profesiones se les suelen aplicar. Como a casi todas, durante la adolescencia se me hacía raro mi cuerpo. Pero ahora voy por los 36 y es verdad que me suelen echar muchos menos años, pero también lo es que lo tengo difícil en unos certámenes de belleza en los que no puedo ni apuntarme porque las reglas ponen que no pueden presentarse las que pasen de 25 (y eso en los certámentes «generosos»). No es que quiera ir a ellos, pero creo que eso dice mucho del mundo en que vivimos.
Y no siempre tendré este aspecto.
Pero chicas, he aprendido a gustarme. Creo que a veces la actitud dice mucho, de hecho mucho más, que lo que dice nuestra apariencia.
Y no es que diga que en las pasarelas deberían estar las modelos gordas. Lo ideal sería que hubiera mujeres variadas y de todo tipo en cada desfile: unas altas y otras bajitas, unas flacas y otras gordibuenas 😉 , unas jóvenes y otras mayores. Y todos los grados intermedios. Pero entiendo que los vestidos deben ser todos de una misma talla, y el mismo vestido debe poder llevarlo una modelo de Singapur como otra de Nueva York, y para eso debe fijarse un estándar. Eso lo entiendo.
Pero por otro lado tengo una amiga llenita que puede comerse el mundo con su cuerpo y su pelo rojo fuego; otra con problemas de salud que la engordan hasta tal punto que seguramente es la persona de mayor tamaño que conozco, pero que tiene la sonrisa más bonita del mundo; y a la vez alguna de las mujeres más fuertes que he conocido nunca era a la vez la más delgada y la más débil. No sé si ellas saben que me refiero a ellas, pero que sepan que las admiro y me parecen bellísimas aunque rompan todos los moldes. Aunque ellas no me recuerden, o no se lo haya dicho antes.
Creo que la parte más importante de nuestra belleza está dentro de nuestras cabezas. Tanto en las que observan a los más atractivos como en la de los que lo son. ¿No os ha pasado nunca que un chico guapísimo deja de parecéroslo cuando lo conocéis un poco más y os dais cuenta de que en realidad es un idiota? A mí sí, y estoy segura que también ha pasado con mujeres con la cabeza vacía :).
Así que la idea de las gordibuenas, como la de los anoréxicas, o cualquier otro estereotipo que diga que la belleza tiene que acotarse a unas medidas o estilos determinados me molesta…
¿Soy la única a la que le pasa? Compartid por favor si creéis que merece la pena difundir este texto, me encantaría saber la opinión de todo el mundo 😉 y prometo que no muerdo a quien piense distinto 😉
Como quería hablar de un tema de actualidad, en esta ocasión no he utilizado fotografías hechas por mí como suelo hacer. Espero que me lo perdonéis. Por favor, si alguno de sus propietarios considera que no debe estar ahí que me lo diga y las retiraré inmediatamente, a todos a los que he podido les he pedido permiso pero no he recibido su respuesta aún…
25 Comentarios
Reme Ballesteros
17 febrero, 2016 a las 12:03 pmMe encantan las redes sociales a pesar de mi edad, por eso cree en un blog si saber muy bien y como y las redes que lo acompañan pero todas estas cosas pienso que hacen mucho daño, y crean inseguridades, por suerte para mí, siempre tuve mucha seguridad en mí misma, y siempre me que he querido mucho, y paso olímpicamente de todas estas tonterías, que no me parecen más que eso con la cantidad de problemas importantes que hay en el mundo y que hay que resolver antes de que alguien haga algo muy muy grave y nos tengamos que olvidarnos de todas estas cosas, no creo que sea bueno ni estar muy delgada, porque ni es bonito ni saludable y tampoco un exceso de kilos y todos esos términos y tonterías que se inventan!!!! y bueno pues respecto a la edad, yo no soy ni modelo ni actriz, mi vida no gira en torno a esto, y desde luego no me importa cumplir años, pero belleza no es sinónimo de juventud!!! por mucho que quieran que lo parezca, hay quien nace fea y bueno pues a lo mejor con los años hasta resulta menos fea porque tiene menos que perder!!! ja ja ja e igualmente quien nace guapa pues a no ser que hayan ocurrido muchas cosas desagrdables en un su vida que la hayan marcado pues se nota que es guapa, y también pienso que todas estas exigencias son a nivel de gente que está cara al público, principalmente actrices ahora si el resto se lo toma también como una obligación, y por último respecto a Susan Sarandon a quien personalmente nunca encontré demasiado guapa pero que ahora está estupenda para su edad y con un escote maravilloso pues me parece estupendo que lo luzca, creo que tiene demasiada personalidad y que estas cosas por un oído le entran y por otro le salen, como debe de ser!!!!
Besos
María Monedero
17 febrero, 2016 a las 12:13 pmPues sí jajaja ¡Muy bien dicho, Reme! 😉
RosaPyG
17 febrero, 2016 a las 2:21 pmNo puedo añadir ni un punto ni una coma, no sobra ni falta nada. Comparto. Gracias.
María Monedero
17 febrero, 2016 a las 2:44 pm🙂 🙂 🙂 Mil gracias, Rosa 🙂 🙂 🙂
Nina Castillo
17 febrero, 2016 a las 4:09 pmExcelente artículo …
Atte:
Una gordi buena ?
María Monedero
17 febrero, 2016 a las 4:28 pmGracias a ti, Nina 🙂 Si le gusta a una gordibuena es que he dado con la clave que buscaba, ¡menos mal! 🙂
Diana entrebrochasypaletas
17 febrero, 2016 a las 6:30 pmTan identificada… me repatea mucho la defensa de la delgadez extrema y también del tema «gordibuenas» en muchos casos por lo que comentas, al final ambas partes son muy «radicales», cuando en realidad hay que defender que estando sanos cualquier cuerpo puede ser bonito porque tiene mil detalles y mil cosas. Es muy importante quererse, aceptarse con el paso del tiempo, ¿qué aparecen arrugas y marcas? pues claro, la vida es así y nos «señala», pero a la vez es para sonreír porque ahí seguimos estando con la misma ilusión y muchas ganas, porque somos más sabios y más bellos aunque de otra manera.
No conocía las críticas a Susan y no las entiendo… igual que no entiendo tantas cosas. La edad está ahí pero poner por ello limitaciones a cosas como que no. Cada cual que siga estando a gusto consigo mismo y criticando menos al resto.
¡Un beso grande!
María Monedero
17 febrero, 2016 a las 6:31 pmOtro muy fuerte para ti también y muuchas gracias por pasarte 🙂
Gorgeous by me
18 febrero, 2016 a las 7:19 amTotalmente de acuerdo, para mi prima la salud! Hay que cuidarse! Y por otro lado, la belleza está en el interior. Da igual k tengas un cuerpo así o «asao» si luego no eres válido como persona. Odio los estereotipos! Y como docente lucho a diario para que no se encasille a las personas. Hay que ser tolerante y cada cuál es como es! No x su físico, sexo, orientación sexual, gustos… Vamos a encasillarlos! En fin! Me ha encantado la entrada, María!
María Monedero
18 febrero, 2016 a las 9:41 amLa verdad es que es innegable que el aspecto influye, sobre todo la primera vez… pero precisamente creo que lo sabio es apender a diferenciar las primeras impresiones de la realidad, cuando ambas cosas no coinciden…
MOLI
18 febrero, 2016 a las 8:52 amEstoy de acuerdo en todo salvo en una pequeña frase.
Sobre todo estoy de acuerdo en que aquellas chicas que se llaman gordibuenas, se están metiendo en un grupo, necesitan pertenecer a algo que les diga que valen tal y como son, y eso demuestra precisamente lo que has dicho, que no se quieren lo suficiente. Yo, a pesar de tener sobrepeso, nunca me he comparado con nadie ni me he sentido parte de nada que no sea yo misma. A mi que me sobren kilos no me gusta porque considero que estoy dando una imagen errónea de mi misma y de lo que pasa por mi mente, y me gusta parecer lo que soy. Por eso prefiero cuidarme que rendirme y decir que soy así, y punto, porque sería mentirme a mi misma.
Tienes toda la razón en que no debe haber bandos de delgadas y gordas, ni una lucha, ni atacar aquello que es lo contrario a ti. Y si hacer apología de la anorexia esta castigado, debería estar castigado hacer apología de la gordura… Así lo veo yo.
En lo que no estoy de acuerdo es en lo que has dicho sobre escotes envejecidos , que no se trata de enseñarlos porque sería ponerse trampas por enseñar algo que no favorece. Por qué? Ahí creo que has tenido una contradicción, porque si queremos eliminar cánones, y abogar por un envejecimiento bello, por qué no nos va a favorecer un escote arrugado? Si lo tenemos así, es así, y no hay que esconderlo.
Bueno que me ha encantado la entrada, la he visto a raíz de haberla compartido Diana y no he podido dejar de dar mi opinión :).
María Monedero
18 febrero, 2016 a las 11:16 amPues que conste en que respeto totalmente tu opinión 🙂 y la agradezco mucho. No se trata de que todo el mundo me dé la razón, y la verdad es que al escribir eso pensé lo mismo jajaja. Así que me parece que lo has visto muy bien ;).
Personalmente creo que es un error ocultar la desnudez de todas las edades. Me revienta cuando oigo a la gente meterse con las señoras de más edad por estar… viejas. ¡Como si los que hablan no fueran a envejecer! Me parece que debería respetarse y que si no se escondiera los cuerpos mayores quizás no se vieran tan fuera de lugar. Pero… ahí entra en juego mi propia vanidad, reconozco que con 70 años yo iría tan tranquila a la playa pero si no me favoreciera mi escote no lo enseñaría fuera de ella. Ni siquiera aunque tuviese quince años menos que ahora ;). Eso sí, cuando tenga 70 espero tener alguna virtud que resaltar, y si no espero que me queden las neuronas para que no haga falta jejeje. A veces la simple coquetería, incluso aunque una no sea guapa, ya es bonita de ver, al menos a mis ojos 🙂
Saray Sáez
18 febrero, 2016 a las 9:20 amNo puedo estar más de acuerdo con todo lo que dices, me ha encantado el post, gracias por reivindicar lo que tantos pensamos 😉 ¡Digamos adiós a los estereotipos de una vez por todas!
Excelente entrada ¡comparto por supuesto!
Te felicito María. Un fuerte abrazo ?
María Monedero
18 febrero, 2016 a las 11:16 amMuchísimas gracias, Saray 🙂
Nisamar
18 febrero, 2016 a las 11:39 amEnhorabuena por este post, me ha encantado! Creo que son necesarias más voces que defiendan que la belleza no debe de ser estandarizada ni juzgada en función de la imposición de modelos a imitar. Deberiamos entender que la belleza de cada persona es única y la constituye su esencia, eso que la diferencia de los demás. Una sonrisa, una manera de hablar, el sentido del humor…etc, hacen más atractivo al que tenemos enfrente que el cuerpo perfecto tenga más o menos kilos. Las etiquetas ( gordibuena….etc) solo condicionan y excluyen. Al final el secreto para ser bellas y bellos es, como bien dices, el quererse a si mism@, aceptarse, cuidarse, ofrecer la mejor versión de nosotros mismos y sobre todo ser felices en nuestra piel
Un abrazo,
Nisa.
María Monedero
18 febrero, 2016 a las 11:40 amMuchas gracias, Nisa 🙂 Otro fortísimo para ti 🙂
Nisa
18 febrero, 2016 a las 11:41 amEnhorabuena por este post, me ha encantado! Creo que son necesarias más voces que defiendan que la belleza no debe de ser estandarizada ni juzgada en función de la imposición de modelos a imitar. Deberiamos entender que la belleza de cada persona es única y la constituye su esencia, eso que la diferencia de los demás. Una sonrisa, una manera de hablar, el sentido del humor…etc, hacen más atractivo al que tenemos enfrente que el cuerpo perfecto tenga más o menos kilos. Las etiquetas ( gordibuena….etc) solo condicionan y excluyen. Al final el secreto para ser bellas y bellos es, como bien dices, el quererse a si mism@, aceptarse, cuidarse, ofrecer la mejor versión de nosotros mismos y sobre todo ser felices en nuestra piel
Un abrazo,
Nisa.
Gladys
18 febrero, 2016 a las 6:49 pmEstupendo post María…
Coincido contigo en todo. Estoy cansada de los extremos pues nunca son buenos ni la delgadez, ni la obesidad… Me gusta hablar de una belleza real y no de la belleza que nos venden los medios, pues las modelos y actrices viven de su imagen y les pagan para estar «perfectas», el problema es que la gente de a pie las quiere imitar y aquí surgen las grandes frustraciones y traumas, pues cada una nada como nace y a veces ni la cirugía puede cambiar ciertas cosas.
Con lo fácil que sería aceptarnos como somos, seríamos más felices y nos evitaríamos muchos problemas.
Yo sí que estoy a favor de cuidarse, hacer deporte y comer sano, pero por salud no por estética, que tampoco es malo quererse cuidar pero con mesura.
Gracias por tan estupendo post. ¡Un abrazo!
María Monedero
18 febrero, 2016 a las 7:04 pmAl revés: muchas gracias a ti por apreciarlo, Gladys 🙂
Lidia
21 febrero, 2016 a las 4:01 amPues creo que tienes más razón «que una santa», la verdad. Y además el artículo está muy bien argumentado y los ejemplos muy bien traídos para defender una visión amplia del concepto de belleza y plantar cara a esos cánones «imperantes».
Muy buen post. Un saludo,
Lidia
María Monedero
21 febrero, 2016 a las 11:00 amMuchas gracias, Lidia 🙂 La verdad es que se repite mucho que las revistas y el celuloide nos venden bellezas artificiales, y ue no existen en realidad. Me parecía importante también mostrar que hay ejemplos en esos medios de que existe una belleza mucho más real y que hay mujeres que luchan por ella en esos mismos medios.
Un abrazo y gracias por pasarte… y encantada de conocerte 🙂 ¡Aquí me tienes cuando quieras! 🙂
Patricia
24 febrero, 2016 a las 4:22 pmMuy bueno el Post María. ¿Cuándo dejaremos de poner etiquetas a todo?. ¿Cuándo miraremos nuestro cuerpo sólo por salud y no por cánones de belleza? Flaco favor se hacen las que se llaman gordibuenas. La sociedad, la moda siempre estará comparándonos, siempre estará imponiendo unos códigos de tallas, de belleza, de moda, etc. Mi humilde opinión es que para no caer en la obsesión por un cuerpo perfecto (Perfecto para la sociedad actual, en los años 40 y 50 las mujeres «Insectopalo» ( ya que estamos con etiquetas…. jajaja) no eran para nada consideradas atractivas ni guapas) tienes que tener una autoestima correcta. Y me explico. Yo tengo amigas que aunque usan tallas grandes se sienten tan bien consigo mismas que todo lo que se compran y se ponen les queda genial y están siempre guapas, se sienten tan seguras que es como si brillaran,destacan, no sé como explicarme.Que se cuidan y se controlan el peso sí es cierto pero por salud ( colesterol, rodilla) no para parecerse a Nicole Kidman. Todas y todos cuando nos miramos al espejo nos encontramos detalles que no nos gustan, más pecho, menos cadera. menos arrugas y un largo etc si tienes el pelo liso lo querrás rizado y viceversa, si tienes una talla 38 de pecho querrás más…. esto es así … pero ¿hasta dónde estás dispuesta a llegar por conseguir ese cuerpo que para tí es perfecto?… y es aquí donde juega la autoestima…. mírate al espejo ..quiérete tal y como eres … se objetiva…. reconoce lo que te falta… lo que te sobra… lo que te gustaría cambiar…. y acéptate….. y si tienes que cambiar algo cambia tu forma de mirarte, tu manera de valorarte y juzgarte. Chicas y chicos no somos perfectos…. somos «casi perfectos».
María Monedero
24 febrero, 2016 a las 4:39 pmOlé, olé y olé, Patricia 🙂
Susana Cabeza
7 agosto, 2017 a las 10:46 amMaría tienes mucha razón. Muy bien explicado todo en tu artículo. Añadir que a mi parecer la publicidad, las empresas cosméticas, los diseñadores y las empresas textiles en general no ayudan con este tema. Es una pena entrar en una tienda y que el tallaje no sea el correcto.
Sería genial que las pasarelas fueran más heterogéneas, pero creo que es bastante difícil porque eso no vende más allá de «ser enrollado». Parece que hay que estar divina y aparentar veinte años siempre.
Yo alucino muchas veces con los comentarios de la gente y de los periodistas poniendo a caer de un burro a artistas que las llaman gordas sin serlo.
Las mentalidades tienen que cambiar y todos debemos ayudar a que suceda comenzando por cada una de nosotras o de ellos en el caso de los hombres, que también sufren en la actualidad unos cánones de belleza muy marcados.
No hace falta ser perfectos, debemos encontrar el equilibrio y sentirnos bien con lo que hacemos y con nuestro cuerpo.
María Monedero
7 agosto, 2017 a las 5:58 pmQué razón tienes…