No, no me había olvidado de seguir hablándoos de cómo las vitaminas se utilizan en cosmética 😉 . La vitamina C (a menudo llamada ácido ascórbico) es un buen ejemplo de ello; su inclusión en las cremas es relativamente nueva, pero es un útil agente antienvejecimiento y antioxidante. Pero su uso, así como el de los productos que la contienen, requiere de ciertas precauciones que no debéis olvidar… ¿queréis saber cuáles? Pues seguid leyendo 🙂

Las naranjas, los limones y los kiwis son muy ricos en vitamina C. Y sí, la foto es mía 😉 Perdón por presumir, pero estoy orgullosa de ella jeje, porque conseguí que quedara como yo quería 🙂
La vitamina C es otra de las llamadas vitaminas hidrosolubles. Los humanos son una de las pocas excepciones de entre los animales y las plantas que no pueden metabolizar (digamos «fabricar» por nosotros mismos) este nutriente vital para nosotros. A cambio, somos muy buenos aprovechándolo, y lo podemos absorber por múltiples alimentos entre los que destacan las frutas (acerola, kiwi, naranja, limón… y muchos más). Y es que es vital para nosotros: la necesitamos para huesos, dientes, cartílagos, para asimilar el hierro, para metabolizar las grasas o cicatrizar las heridas. Hay fuentes que también mencionan una función inmune, pero no todas están de acuerdo.
Para cubrir todas estas necesidades es suficiente una buena alimentación: la vitamina C está en buena concentración en la inmensa mayoría de las verduras y frutas siempre y cuando sean frescas y a ser posible crudas. En especial, en las naranjas, los limones, los kiwis y la acerola.
Sin embargo, varias fuentes aseguran que para conseguir sus beneficios en la piel es mejor aplicarlo directamente en ella. Algunas afirman que, de este modo, la vitamina C se concentra hasta 30 veces más en la piel y que la permanencia en ella es de hasta 48 horas (que no es poco para una vitamina hidrosoluble), lo cual permite que actúe en ella de manera más intensa. Y aquí es cuando interviene como parte de los ingredientes de serums, cremas y demás, sobre todo en protectores solares y cremas antienvejecimiento, por sus propiedades relativas a la piel:
- El colágeno es la proteína más abundante en la piel y los huesos, dándole firmeza y estabilidad. A partir de los 25 años aproximadamente su producción empieza a disminuir, dañando la piel como parte del proceso del envejecimiento. La vitamina C es vital para la producción de colágeno, favoreciendo así la firmeza de la piel y retrasando el envejecimiento.
- Tiene efecto antioxidante para la piel, pero no por sí misma; sino por su relación con la vitamina E (tocopherol), que es el que en este sentido actúa como antioxidante. La vitamina C en este asunto potencia a la vitamina E y a otros antioxidantes, que permiten a nuestra piel defenderse mejor de los radicales libres.
- Potencia los filtros solares (el sol es el principal agente envejecedor de la piel hoy día) tanto frente a los rayos UVA como a los UVB.
- Se le atribuyen propiedades antimanchas, por inhibir a la tirosinasa que participa en la pigmentación de la piel, y por descomponer la melanina, aunque en esto de atribuir a la vitamina C propiedades blanqueantes no todas las fuentes están de acuerdo.
- Participa en la regeneración de la piel, porque las células necesitan esta vitamina para unirse.
- Es antioxidante y blanqueante para la fórmula que la contiene (ya hemos visto que en lo referido a la piel no es un antioxidante, aunque ayuda a actuar a otros antioxidantes; pero sí actúa como tal en los cosméticos a los que se adicionan).
A pesar de todas estas ventajas, la primera en incorporar la vitamina C a la cosmética fue la firma Helena Rubinstein hace relativamente poco. El problema hasta el momento era que la vitamina C es poco estable: el calor, el aire y la luz la deterioran hasta un punto en el que pierde sus propiedades. Por ello era difícil incorporarla en las cremas de manera que fuera eficaz. Entonces se dio cuenta de que en la naranja la vitamina C era más estable, y de que era gracias al aceite esencial de la corteza. Así que encontró la manera de encapsular en grasas la vitamina C, para hacerla más estable.
Así que la vitamina C es fácil de asimilar por el organismo, pero tiene un gran defecto: se degrada ante el aire, la luz y el calor. Por eso, se ha utilizado en diversas formas químicas o ascorbatos que se emplean en función de los requerimientos de un cosmético y la resistencia ante estos factores que se les vaya a requerir. La mayoría se utilizan en función de la estabilidad que consiguen en los efectos de la vitamina C. Los principales son los siguientes:
- Ácido ascórbico o L-ácido ascórbico, las formas más sencillas de la vitamina C en cosmética. En mucha literatura utilizan «ácido ascórbico» como sinónimo de la vitamina C, aunque no es del todo cierto. En realidad, la vitamina C sería el L-ácido ascórbico (su «hermano en el espejo» o enantiómero), que se utiliza frecuentemente porque es hidrosoluble (lo cual lo hace fácil de incorporar a muchas fórmulas), y se puede usar en altas concentraciones. Pero su principal defecto es que es frágil ante la luz, el aire y el calor, por lo que a veces se recurren a otras formas químicas sustitutivas.
- Palmitato ascórbico: es otra forma de la vitamina C pero en este caso en vez de ser hidrosoluble (soluble en agua) es liposoluble (soluble en grasas), lo cual lo hace apto para fórmulas con base grasa aunque se trate de una vitamina hidrosoluble. Además es más estable (en lo referido al calor, el aire y la luz) que el ácido ascórbico normal. Suele añadirse en concentraciones entre el 0,05% y el 1%, aunque se recomiendan concentraciones de en torno al 2% para obtener su máxima eficacia.
- Palmitato de ascorbato sódico: Se obtiene combinando el L-ácido ascórbico con ácido palmítico (ácido graso) y sodio. Es hidrosoluble. También es una versión que se utiliza por tener aún mayor estabilidad que el palmitato ascórbico, en similares concentraciones.
- Palmitato de ascorbato magnésico: Forma hidrosoluble, más estable que el L-ácido ascórbico y el palmitato ascórbico.
- Glucósido ascórbico. El núcleo molecular de la vitamina C se une a glucosa. De este modo, aplicarse en la piel se separa la glucosa del L-ácido ascórbico, para que éste último ejerza sus propiedades. Pero resulta mucho más estable ante la luz, el aire y el calor hasta el momento en que las dos moléculas se separen en la piel. Algunas marcas (p.ej. Lancôme) la llaman vitamina Cg.
- Glucosamina ascórbica. Esta vez se combina el L-ácido ascórbico pero con glucosamina para que funcione de manera similar al glucósido ascórbico. Hay estudios que además atribuyen a esta fórmula capacidades despigmentantes.
- Fosfato de magnesio ascórbico. Considerada una forma muy estable, también se le han asignado propiedades supresoras de la formación de melanina; es decir, de las manchas cutáneas.
Vamos, que si oyes «ascorbato» o «ascórbico», ya sabes que se está hablando de vitamina C en una u otra forma 🙂 , así que lo tienes más fácil que de costumbre 😉 .
De todas formas e independientemente de todas estas fórmulas químicas, creo que hay unas cuantas cosas que deberíais tener en cuenta y que son válidas en mayor o menor medida para todas las formas de vitamina C en cosmética:
- En todo caso, es una buena idea que cuando tus cosméticos contengan vitamina C vengan en envases que lo protejan del la luz y el aire y que no los guardes en sitios cálidos.
- He encontrado menciones a que la eficacia de los productos con vitamina C es significativa a partir de concentraciones del 5%, aunque se recomiendan concentraciones mayores al 10%. Concentraciones menores son frecuentes, pero poco eficaces. Además como la vitamina es hidrosoluble, es fácil de eliminar por el organismo; así que es casi imposible pasarse con ella (hipervitaminosis). Eso sí, es complicado: como ya hemos comentado la lista de ingredientes de las etiquetas no incluye obligatoriamente la cantidad de cada compuesto que se incluye en los productos…
- Si fumas, estás deshaciendo en parte el trabajo que la vitamina C hace por tu piel; el tabaco destruye en parte la vitamina C de tu organismo.
¿Sabías todo esto? ¿Eras consciente de lo útil que puede ser la vitamina C para tu piel? ¿Y de las precauciones que debes tener cuando la usas a ella o a sus derivados? Si no es así o si crees que alguno de tus contactos no lo sabe (y créeme, es más que probable 😉 ), comparte este artículo y estarás haciendo un favor a su piel :).
Fuentes
- http://es.wikipedia.org/wiki/Vitamina_C (para los efectos a través de la alimentación).
- http://www.juventudybelleza.com/2008/11/vitamina-c.html
- http://laingenieriadeloscosmeticos.blogspot.com.ar/2012/03/piel-la-naranja-que-no-piel-de-naranja.html?m=1
- http://www.mundobelleza.com/consejos%20belleza/Salud/Vitaminas/vitaminaC/entrevistavitC.htm
- http://www.mundobelleza.com/consejos%20belleza/Salud/Vitaminas/vitaminaC/entrevistavitC.htm
- http://www.cremas-caseras.es/vitaminas/233-vitamina-c-cido-ascorbico-100gr.html
22 Comentarios
Miss Potingues
6 mayo, 2014 a las 7:18 amMe ha parecido muy interesante.
Yo no me suelo llevar demasiado bien con cosméticos que la contengan, pero no está de más aprender sobre ella.
Besos!
María Monedero
6 mayo, 2014 a las 7:41 amGracias a ti por pasarte por aquí 🙂 Me alegro de que te haya parecido interesante 🙂
Papish
6 mayo, 2014 a las 8:14 amPues a mí me ha parecido de lo más instructivo 😀
Una de las cosas que no se sabe mucho, o que la gente confunde es que aunque cuando hablamos de Vitamina C en general mencionamos “ácido” nosequé o nosecuánto, no es fotosensibilizante, sino que ayuda a proteger del daño solar, tal y como tú nos cuentas 🙂
Por cierto, no sólo el tabaco merma los logros de la Vitamina C, sino también el café “sobre la marcha”, en cuanto a la ingerida.
María Monedero
6 mayo, 2014 a las 8:34 amJejeje me alegra ver que os inyeresan este tipo de posts, la verdad 🙂 Suelo publicarlos cuando me da por investigar algo, y siempre me quedo preocupada por si estoy publicando algo demasiado «sesudo» 😉
Efectivamente la vitamina C pega con el sol 🙂 En cuanto a lo que comentas del café… no lo sabía, la verdad jajaja a lo mejor debería hacer un post sobre el café y la cafeína 😉
Maria del Mar
6 mayo, 2014 a las 7:35 pmMuy buen artículo. Muy informativo y muy completo. Hay un montón de cosas que no sabía. Lo único que sí sabía era lo de el efecto blanqueante porque me lo dijo una de mis profesoras en la academia. Yo tengo una mancha marrón horrorosamente fea en el labio superior y mi profesora me aconsejó que cada noche cogiera un algodoncito y lo empapara en limón y me lo pasara por la mancha. Al cabo de varias semanas se me había aclarado aunque por falta de constancia no pude comprobar si se podía quitar del todo.
María Monedero
6 mayo, 2014 a las 9:39 pmMuchas gracias, María del Mar 🙂
Helena Vasquez
7 mayo, 2014 a las 4:08 pmHola! Muy buena esa info! La verdad los productos de origen natural dan los mejores resultados. Yo uso una línea muy buena de Monsia que contiene ácido hialurónico y colágeno, a base también de manteca de karité que me ha funcionado muy bien.
María Monedero
7 mayo, 2014 a las 6:51 pmGracias 🙂 Ese cóctel suena bien jejeje
Gladys
8 mayo, 2014 a las 3:56 pmTe ha quedado muy completo el post y con un enfoque más científico que el mío, no se parecen en nada. La verdad me ha encantado! Te felicito, has hecho un gran trabajo!
María Monedero
8 mayo, 2014 a las 4:01 pmIgual demasiado científico… pero es bueno que no todas lo hagamos igual, ¿verdad? 🙂 Tienes razón, nos ha quedado muy distinto jejeje
Muchas gracias por pasarte a echar un vistazo 🙂
Jesús
13 junio, 2014 a las 6:32 amMuchas gracias por la explicación. Me podrías aclarar que los botes de vitamina C que indican «acido ascorbico» sería lo mismo decir que es «acido L-ascorbico»?
He leído un post donde indican como realizar un serum de forma casera al 10%, con 1 gr de Acido L-ascorbico, con 5 ml de agua destilada y 5 ml de glicerina natural. Lo que me confunde es que tengo cápsulas de vitamina C en polvo que indican que es «Acido ascorbico», pero no «acido L- ascorbico» y no he podido localizarlo así en México, pero por lo que he leído es lo mismo, es así?
Después de ese serum aplicaría una cápsula de vitamina E… Para equilibrar el PH y a dormir! Esta bien así?
Prefiero hacer el serum personalmente por eso de que se oxida fácilmente y los precios están por las nubes como para comprar algo que no hay seguridad que servirá durante el tiempo en que tarde en acabarmelo
Espero tus consejos, muchas gracias por tu ayuda
María Monedero
13 junio, 2014 a las 3:13 pmMmm… me estás haciendo preguntas fuera del nivel que suelo publicar en el blog, pero voy a ver qué soy capaz de decirte para que te ayude 🙂
Primero que nada, el ácido ascórbico y el L-ascórbico se parecen mucho pero no son exactamente lo mismo. El L-ascórbico es el enantiómero del primero (algo así como su hermano por simetría) y es lo que realmente se denomina Vitamina C. Lo que pasa es que normalmente los enantiómeros tienen propiedades físicas similares, excepto porque interaccionan de diferente manera a la luz (polarizada). Por eso te hablan de ácido L-ascórbico: te están hablando de la vitamina C en sí. Aunque probablemente ambos enantiómeros te sirvan.
En cuanto a lo del PH, no sé decirte. La aplicación conjunta de vitamina E y C tiene mucho sentido desde el punto de vista de que la C funciona estimulando el aprovechamiento de la vitamina E, pero desconozco sus efectos en cuanto al PH, si existen. Si averiguo algo al respecto te comento… me voy a poner a investigar sobre la vitamina E, que aún no he publicado nada sobre ella ;). De todas formas te diré que no soy demasiado partidaria de tomar complejos vitamínicos si no hay carencias, ya que la mayoría de las vitaminas se asimilan a través de una alimentación equilibrada; y siempre veo mejor una buena dieta (como costumbre y forma de vida, no como dieta puntual) que una pastilla 😉
De todas formas, si te decides a hacerte tú mismo ese serum, recuerda guardarlo en un envase protegido de la luz y a ser posible que evite su contacto con el aire. También creo que tienes razón en que es interesante hacerlo en cantidades pequeñas, para que se te gaste la cantidad que hayas hecho antes de que el ascorbato que hayas elegido se oxide y pierda las propiedades que quieres aprovechar 😉
Gracias por comentar, Jesús. Te mando un abrazo a México 🙂
Jesús
13 junio, 2014 a las 3:49 pmMuchas gracias por contestar 😉
Entonces si son parecidos el “ácido L ascorbico” y el “acido ascorbico” puedo utilizar el segundo para hacer el suero facial de vitamina C, aún cuando en las instrucciones indiquen el primero?
Es lo que me confunde mucho, se que son muy similares, pero la duda es si habrá diferencias en los resultados en la piel
María Monedero
13 junio, 2014 a las 3:50 pmEntiendo que si son enantiómeros tendrán las mismas propiedades en la piel. No creo que la polarización sea importante para la piel en este caso, así de entrada.
En tu lugar me preocuparía más por el PH de la vitamina C, que para ambos enantiómeros está en torno a 3, mientras que el de la piel viene a rondar el 5. Es decir, es ácido, estamos hablando de un tratamiento «de choque» para la piel. Es el valor de PH que suelen tener los peeling, para que os hagáis una idea, y es el menor valor que se suele permitir poner en la cara – está justo en el límite, dentro de lo arriesgado -. (Sigo sin saber si el PH lo puedes equilibrar con la vitamina E, pero olvidé decir esto antes). Lo digo por si alguien más prueba tu fórmula, no deja de ser un compuesto ácido y a las pieles más sensibles les podría resultar agresivo. Y aunque la glicerina probablemente suavice el ph de la fórmula (la glicerina tiene un ph de 5), es bueno tener cuidado. Probad la fórmula en una parte pequeña y oculta de la piel antes de ponéroslo en la cara 😉
Miguel Ángel Godínez Gracía
25 julio, 2015 a las 12:32 amHe leído este artículo y me gustó mucho, más bien, he leído varios artículos y sin muy claros e interesante, sobre todo cuando das tu punto de vista y lo que te ha ocurrido en lo personal. Tienen la fuerza de la honestidad y el soporte de la investigación.
Desde México te mando un abrazo que de tan intenso te haga sentir hasta las pequitas de tu piel.
Gracias por compartir.
María Monedero
25 julio, 2015 a las 10:40 amMuchísimas gracias, Miguel Ángel… no sé si lo habrás hecho adrede, pero justo me felicitas por lo que intento hacer al escribir… así que me tocas la fibra sensible: ¡mi esfuerzo se nota! Jejeje muchísimas gracias por dejármelo ver y… por supuesto, vuelve cuando quieras que aquí me tienes 🙂
Gisela
4 abril, 2016 a las 5:52 amHola Maria!
Para hacer un serum de vitamina C casero, es mejor usar ácido l-ascorbico o palmitato ascorbico? Cual me recomiendas?
Pensava usar glicerina, agua y ácido ascorbico… Puede funcionar? Necesito algún componente más?
Muchas gracias!
María Monedero
4 abril, 2016 a las 8:46 amMmm… no soy formuladora, eso lo primero. Pero… sí debería funcionar, pero va a ser una fórmula inestable y que te va a durar muy poco tiempo ;). ¿Quizás si mezclas un poquito todos los días? Si no, la vitamina C que piensas poner se estropeará con rapidez, y además si no estás usando conservantes se puede cntaminar también muy fácilmente. Ten muuuucho cuidado de informarte antes con las proporciones, y ten claro que su sensación una vez puesta tu «crema» no va a ser la mejor del mundo…
Leo
24 mayo, 2017 a las 9:10 amque buenas entradas tiene tu blog!!! se me ha relucido una duda , cuando te refieres a la obtención de «vitamina c más estable» obtenida del aceite de la naranja (supongo por presión o hidrodestilado) y luego pones que el palmitate ascorbyl se diluye en aceite me hace pensar tienen relación cercana en cuanto su fórmula o nada q ver? Encontrar directamente derivados del ácido ascorbico es una odisea en ninguna droguería los consigo :'(.
María Monedero
24 mayo, 2017 a las 11:31 pmMuchas gracias por tus piropos, Leo, me alegro muchísimo de que te guste :).
Normal que no lo consigas… normalmente se vende disuelta en otras grasas, no por sí solo ;). Y no creo que lo encuentres en droguerías normales, es un ingrediente especializado tal y como yo lo veo.
Entiendo que el uno es un derivado químico del otro, pero no sé tanta química como para explicarlo. La diferencia es útil más bien a la hora de formular; dependiendo de si lo mezclas con lípidos o agua (o ingredientes de su tipo) podrás usar uno u otro. Lo de la estabilidad otro tema… si la forma que uses de vitamina C es tan poco estable que a la semana se evapora, cuando llegue a casa del comprador ya no queda ni rastro…
Vega
4 julio, 2017 a las 3:02 pmHola María. Muchas gracias por tus entradas, son muy claras para personas como yo, que no somos químicos, ni parecido.
Una consulta cuando aparece ( en esta entrada y en cualquier formulación cosmética) la palabra » palmitate» // «palmitato». Se hace referencia al aceite de Palma o a un componente de origen de la planta de la Palma. Soy consciente del problema de deforestación cuando se usa este ingrediente de forma habitual ( fuera de una producción controlada) . Para evitar comprar productos que lo lleven. Quizá el nombre solo hace referencia a un ácido, provenga de donde provenga. Y si es así, hay muchas fuentes de ácido palmitico? Muchas gracias
María Monedero
4 julio, 2017 a las 5:44 pmUy, no se me había ocurrido explicar lo del aceite de palma… se refiere a un tipo de planta llamada palma, no al lugar. En la lista de ingredientes vienen nombres de ingredientes, no su origen ;). Así que no vas a poder distinguir su procedencia sólo con eso… normalmente es imposible sólo a partir del envase. Por eso la gente que quiere luchar con la deforestación procura evitarlo en todos los casos.
Sí que hay más fuentes de ácido palmítico… de hecho tengo entendido que la leche materna, por ejemolo, lo contiene. Pero no deben ser tan rentables como el aceite de palma, o sabríamos más de ellas…
Gracias por pasarte, Vega :). Me alegra mucho serte de ayuda (espero haberlo sido otra vez jejeje)